El Instituto Geográfico Nacional (IGN) ha registrado en la madrugada de este jueves 27 de febrero un terremoto de magnitud 4,1 con epicentro en la localidad sevillana de Cazalla de la Sierra y que ha sido sentido en cerca de 200 de municipios de cuatro provincias, Sevilla, Huelva, Córdoba y Badajoz. Entre esos municipios, el nuestro, La Puebla de los Infantes.
Según detalla el IGN en sus RRSS, el seísmo se ha producido sobre las 03.29 horas con epicentro en Cazalla de la Sierra a 10 kilómetros de profundidad.
Ha sido una noche larga para muchos vecinos que aseguran que tras el susto ya no han podido conciliar el sueño.
Pero, ¿qué hacer en caso de un terremoto?
Durante el seísmo lo más adecuado es permanecer en el lugar donde uno se encuentra, tanto si se está dentro de un edificio o en la calle, ya que al entrar y salir de los edificios pueden ocurrir accidentes. Dentro de un edificio es necesario buscar estructuras fuertes donde cobijarse, como por ejemplo una mesa o una cama, bajo el dintel de una puerta, junto a un pilar, una pared maestra o en un rincón.
Tras la sacudida, si se han producido daños en el edificio en el que estemos, el 112 recomienda salir ordenada y paulatinamente del inmueble a través de las escaleras y, bajo ningún concepto, usar el ascensor para la evacuación. En el caso de encontrarse en el exterior, se recomienda alejarse de cables eléctricos, cornisas, cristales y demás elementos que puedan sufrir roturas o desprendimientos a causa del movimiento.
En caso de que el terremoto sorprenda a los ciudadanos en mitad de un viaje en el interior de un vehículo es necesario pararlo de inmediato donde permita el tráfico y permanecer dentro del mismo hasta que finalice el temblor. Una vez pasada la sacudida, se debe comprobar que nadie ha resultado herido, así como examinar a las personas cercanas por si han sufrido alguna herida. Es fundamental recordar siempre que los heridos graves no deben moverse a no ser que tenga conocimiento de cómo hacerlo o en caso de empeoramiento grave o peligro inminente, como por ejemplo fuegos o derrumbamientos.